Un poderoso perfume: el amor

El camino de los hijos de Dios debe estar impregnado de amor, así lo dice el apóstol Pablo en la carta a los Efesios 5:2 : “ Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en fragante aroma.”

Relato: Se cuenta la historia de un hombre que llevaba 1 año en coma a causa de un accidente. Su fiel esposa lo visitaba todos los días al hospital. Y un día se le ocurrió usar un viejo perfume, el mismo perfume que ella usaba cuando se conocieron. Cuando el enfermo inconsciente sintió el olor del perfume, empezó a reaccionar. Abrió un poco los ojos y le dio un leve apretón de manos a su esposa. Su recuperación desde ese momento fue rápida. En menos de un mes estaba restablecido y en su casa. Había sido un milagro, y ¿Cuál había sido el instrumento? El perfume del amor. Por lo tanto cada uno de nosotros como hijos de Dios debemos vivir la vida en una atmósfera de amor celestial.

La mejor forma de preservar nuestra religión no es colocarla en una botella, como si fuera perfume, para que no se escape su fragancia.

La verdad debe alcanzar hasta los lugares más recónditos del alma, y limpiar de ella todo lo que no sea semejante a Jesús; y el vacío debe ser llenado por los atributos de su carácter, que es puro y santo y sin contaminación, para que todas las fuentes del corazón sean como flores, fragantes con perfume, un olor suave, un sabor de vida para vida.