El explorador y científico noruego Fridtjol Nansen condujo dos expediciones al Polo Norte; una de ellas cubrió un período de 3 años, de 1893 a 1896. Durante los meses cuando había muy poca o ninguna luz solar, Nansen y sus compañeros de expedición vivían en iglúes o casitas de hielo. Cierto día escribió un mensaje para su esposa y lo colocó en una pequeña cápsula, la que ató a una paloma que había traído de su casa. Luego soltó el ave.
La paloma voló 3 veces en círculo sobre el campamento y luego, siguiendo el instinto implantado en ella por Dios, enfiló en la dirección correcta para efectuar su largo viaje hacia el sur. El ave voló más de 3,200 km llevando el mensaje de Nansen, hasta que cierto día, para deleite de la señora Nansen, llegó a la casa. Cuando ella encontró el mensaje, supo que a su esposo le estaba yendo bien, y esto le dio nueva esperanza de que regresaría a salvo de su larga expedición.
Los cristianos debieran estar llenos de esperanza de que Jesús pronto regresará desde los cielos. Nuestro Señor nos ha enviado muchos mensajes para asegurarnos de que pronto vendrá.
PROMESA:
"Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?
Este mismo Jesús, que ha sido tomado de
vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir
al cielo." Hech. 1: 11.
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