Una trabajadora social encontró a un muchacho lisiado en un barrio pobre de una ciudad grande. Como tenía un corazón lleno de amor, se interesó en el muchacho con el propósito de que él caminara de nuevo. Habló con el cirujano ortopédico, el cual decidió operarlo si ella pagaba todos los gastos. La operación tuvo éxito, y después de un largo tiempo el muchacho pudo caminar, luego correr y jugar Como otros de su edad.
Muchos años después, la trabajadora social contó esta historia, y entonces dijo: "Ahora es un hombre. Me gustaría que ustedes me dijeran dónde está ahora y qué está haciendo."
Las suposiciones incluyeron algunas carreras muy importantes: un doctor famoso, un filántropo, un trabajador social, etc...
Después de unos minutos la mujer dijo: "Ustedes están equivocados.Él está en la cárcel porque cometió asesinato. Nosotros gastamos mucho tiempo enseñándole cómo caminar, pero fracasamos en enseñarle por dónde caminar."
Es mediante el estudio de la Biblia como podemos saber hacia dónde debemos de caminar. Necesitamos caminar con nuestros ojos fijos en nuestro destino eterno.
PROMESA:
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga. Este es el camino, andad por él; y no echéis a la
mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda." Isaías 30: 21.
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