Penso: " Le echaré la culpa al gato"
Su conciencia le sugirió que buscara otra idea más aceptable.
! Pégalos! Los pegaré y mamá no verá la diferencia ahora. ¿Pero qué pasará dentro de unos días?
Le pareció que lo mejor era dejar el florero quebrado en el suelo para que el gato apareciera como el autor de la fechoría.
José recordo:" el hombre valiente no siente miedo de la verdad ni de sus consecuencias". ¿Por qué había recordado en ese momento aquel dicho que su padre repetía con frecuencia?
Los reglamentos de la familia especificaban qué comportamientos eran aceptables y cuáles no lo eran. Cumple los reglamentos y no entrarás en problemas; desobedécelos... y pagarás por ello.
-¿Pagar por un florero como éste? ¿con qué? José palideció, se estremeció y sacudió la cabeza...
¿Qué habrías hecho tú si te hubieras encontrado en el lugar de Jose?
Cuando Jesús dijo: La verdad os libertará, hablaba de los que creían en él y practicaban sus enseñanzas.
Cuando José traicionó la confianza de su madre, quien le había dicho que no debía jugar a la pelota en la sala de la casa, repentinamente se vio frente a nuevas y difíciles elecciones.
El pecado siempre plantea elecciones, y realizar las decisiones correctas todavía produce libertad eterna.
José, después de analizar las elecciones que tenía a su alcance, decidió confesar lo que había hecho. El y su mamá trataron de pegar los pedazos, pero el trabajo no resultó satisfactorio; de modo que hicieron un plan para que José pagara poco a poco lo que costaría comprar un florero nuevo. Aunque tuvo que gastar su dinero, José descubrió que decir la verdad le proporcionaba libertad: libertad del sentimiento de culpabilidad.
Reflexiona en este pensamiento bíblico:
"Conoceréis la verdad, y la verdad os libertará"
(Juan 8:32)